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Casa de Niños Manuel Fernández Juncos Logra Acreditación de EAGLE


Por Gabriela Ortíz Díaz


[Este trabajo es el segundo de una serie de artículos que darán cuenta de la labor social y humanística que se ejerce en la Casa de Niños Manuel Fernández Juncos desde que comenzó sus funciones a principios del siglo pasado en San Juan, Puerto Rico].


El logro más significativo que ha celebrado recientemente la Casa de Niños Manuel Fernández Juncos* es superar el proceso de evaluación de la agencia acreditadora EAGLE y, con esto, asegurar la permanencia de la excelente labor social que se ejerce allí desde 1906 con niños, adolescentes y jóvenes varones entre las edades de 8 a 18 años que han padecido maltrato, abandono o negligencia.


Cabe mencionar que, al igual que EAGLE reconoció la importancia de ese trabajo al otorgar la acreditación por los próximos cuatro años, lo hizo la Asociación de Publicistas de Puerto Rico al seleccionar la Casa como la imagen de la no violencia contra la niñez durante la campaña “Bájale a la violencia”, que comenzó a circular por los medios el pasado mes de diciembre.


La Educational Assessment Guidelines Leading toward Excellence (EAGLE) forma parte de la United Methodist Association. Es este el único organismo acreditador en Estados Unidos con base de fe cristiana enfocado en trabajar con adultos mayores y niños. El director de la Casa, fray Rodolfo Vega, afirma que haber alcanzado esta meta redunda en múltiples beneficios para la institución. Por ejemplo, la acreditación permite que el Departamento de la familia de Puerto Rico continúe autorizando el funcionamiento de la centenaria casa, que desde 1988 está liderada por los Terciarios Capuchinos o Padres Amigonianos, religiosos católicos que pertenecen a la Congregación Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores.


Según fray Rodolfo, integrante de esta congregación religiosa, otro de los buenos aspectos de la acreditación es que posibilita el fortalecimiento integral de áreas de la Casa como la pedagógica, la de recursos humanos, y la de la comunicación con colaboradores y posibles auspiciadores. En términos económicos, haber logrado la acreditación con EAGLE posibilita que la Casa reciba aportaciones privadas, estatales y federales.


El trabajo en equipo ha sido vital para alcanzar este trascendental paso. Como parte de los procesos de preparación para obtener la acreditación, se organizó al personal de la Casa en distintos departamentos, según las funciones laborales de cada cual. Las tareas que realiza cada una de las personas que trabaja en la Casa están vinculadas a uno o varios de los diez principios que EAGLE establece para asegurar el funcionamiento efectivo de las instituciones que acredita.


A continuación se resumirán los primeros dos principios con el propósito de informar a la comunidad en general.


Principio 1: Misión cristiana y relación con la Iglesia


Durante una entrevista, fray Rodolfo Vega estableció que la perspectiva social y la visión humanística de la labor de este hogar están contenidas en todos los principios de EAGLE, los cuales cobijan la gestión diaria de la institución con los menores que acoge. Esa perspectiva y visión también están presentes en los principios evangélicos que los religiosos amigonianos de la Casa utilizan para encaminarla. Estos garantizan los derechos, deberes y el protagonismo de los jóvenes marginados por la sociedad y sus familias y con necesidades específicas. La misión de una organización acreditada por EAGLE tiene que ser de servicio cristiano y la Casa, a través de la consideración de los principios católicos amigonianos, está claramente conectada con ese requisito de la agencia acreditadora. Sin embargo, es necesario hacer la salvedad de que en este hogar se respeta la libertad de culto y se abraza a cualquier menor participante o empleado sin hacer distinción de credo. Estos religiosos trabajan incansablemente para devolver la dignidad a aquellos que la han perdido por diversas circunstancias, por lo que, aludiendo al pasaje bíblico, como el Buen Pastor, colaboran en la protección y cuidado de las ovejas más necesitadas.


Los Padres Amigonianos y el personal de la Casa, de cara al servicio social que la institución presta a la sociedad puertorriqueña, aplican la pedagogía amigoniana a la labor que realizan. Esta estructura pedagógica parte de la educación integral, que es la que ofrece la posibilidad de formar a los niños y jóvenes en los principios humanos, cristianos, sociales, técnicos y la de fortalecer sus personalidades (individualidades) y su proyectos de vida.


Por esto, y como indica el segundo principio de EAGLE, la Casa provee a los menores atención holística y servicios interdisciplinarios: hospedaje permanente, formación académica, tutorías escolares, atención espiritual, servicios lúdicos y de recreación, alimentación, atención psicológica y coordinación de servicios de salud.


Principio 2: Residentes atendidos holísticamente


La estrategia o filosofía de servicio de la Casa se implementa a través de la integración de los distintos servidores y servidoras que proveen soporte a los menores participantes: trabajadora sociales, enfermero, psicóloga, educadores, tutores escolares, cocineras, servidores de mantenimiento y planta física, directores, custodios legales.


Para esta ocasión, se entrevistó a la trabajadora social de la Casa, Yeida Cruz Flores, en representación de todos los profesionales que les proveen una amplia gama de servicios a los residentes. Cruz Flores describió parte de sus funciones durante la entrevista: evaluar los expedientes de los niños y jóvenes que ingresan y egresan del hogar, coordinar las citas médicas y familiares de los menores y las actividades escolares, sociales y deportivas que a estos se les presenten. En resumen, la trabajadora social vela porque cada menor de la Casa sea atendido integralmente, según los principios amigonianos y de EAGLE, que contemplan el bienestar social, emocional, físico, espiritual, intelectual y vocacional de cada uno. El propósito y las metas del Programa de Servicios Sociales del hogar van dirigidos a promover destrezas sociales en los participantes y a contribuir al desarrollo integral y cognitivo de ellos, aspectos que permitirán que los menores mejoren su calidad de vida mientras estén acogidos en la Casa. De igual forma, esta prestación de servicios integral, que cada miembro del equipo hace desde el corazón, posibilita que los niños y jóvenes de la Casa sean capaces de desarrollarse individual y socialmente para el resto de sus vidas.


NOTA: La Casa de Niños Manuel Fernández Juncos es una corporación sin fines de lucro que brinda servicios de reeducación y tratamiento a las problemáticas asociadas al maltrato, abandono y negligencia a niños, adolescentes y jóvenes de Puerto Rico entre las edades de 8 a 18 años. Es un centro educativo que recién logró adquirir la acreditación de la agencia EAGLE (permanecerá hasta 2026) y que se distingue por la formación integral de los menores, basada en el programa Sicopedagógico Amigoniano (SiPA), que busca el fortalecimiento de su personalidad, potenciando la producción de sus saberes y desarrollando las habilidades sociales necesarias para formular y optar por un proyecto de vida digno y viable. Para más información y para realizar cualquier donativo económico, visite la página electrónica CasaDeNinosMFJ.org.


SOBRE LA AUTORA

Gabriela Ortiz Díaz es reportera independiente de prensa escrita. Desde 2016, reporta para el periódico puertorriqueño Claridad. Actualmente, también se desempeña como educadora en la Casa de Niños Manuel Fernández Juncos. Obtuvo una maestría en Lingüística Hispánica en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras y, en estos momentos, realiza un doctorado en Comunicación.

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